Alpaca

La lana de alpaca es una de las fibras más preciadas en el mundo de la moda y la alta costura. Es una de las más cálidas, similar al cashmere ya que las dos son fibras nobles especialmente suaves, ligeras y hasta siete veces más calientes que la lana de oveja.

La lana de alpaca cuenta con hasta veinticinco colores naturales, tonos que van desde blancos, grises, marrones hasta llegar al negro; y también puede ser teñida de tintes naturales. La fibra más fina se llama baby alpaca.

 

Historia

En América del sur existen cuatro tipos de camélidos diferentes: la llama, la vicuña, el guanaco y la alpaca. Si bien todos estos camélidos producen lana, la llama se utilizaba principalmente como animal de carga mientras que la alpaca se utilizaba más por la calidad de su lana.

La población de alpacas está muy concentrada. El Perú representa aproximadamente el 80% de la población mundial de alpacas, en sus dos variedades:

  • Huacaya, el tipo más común que se caracteriza por su vello fino y voluminoso que crece en forma perpendicular al cuerpo de la alpaca. Apariencia similar a la de la oveja y tiene la gama de colores naturales más amplia entre todos los camélidos.
  • Suri, especie menos común y caracterizada por una fibra larga, brillante, ondulada y sedosa. Esta especie es menos resiste al clima de los andes ya que su pelo no las protege igual de bien del frio. 

Sostenibilidad

La lana de estos camélidos es considerada ambientalmente más ecológica y sostenible que otras fibras naturales. 

Las alpacas siegan el pasto, sin arrancarlo. Además, cuentan con almohadillas como los gatos o los perros sin destrozar el terreno y tiene un sistema digestivo muy eficiente lo que produce un abono menos nocivo y más bajo en nitratos que las ovejas.

 

Beneficios

  • Hipoalergénica: La fibra de alpaca se trata de un material natural, libre de productos químicos o sintéticos y lo más importante, sin lanolina, grasa natural presente en la lana de oveja y que suele ser origen de reacciones en la piel.
  • Termo-reguladora: La alpaca posee bolsas microscópicas de aire  que permiten que las mantas se adapten a tu cuerpo ayudándolo a combatir los cambios bruscos de temperatura, no nos sofocará en días caluroso y nos brindará calor en días fríos.
  • Resistente: La fibra de alpaca es siete veces más cálida y más fuerte que la lana de oveja, y hasta tres veces más que  la lana de Merino o de Mohair. No se desgasta con el uso.
  • Impermeable: Al igual que la lana y otras fibras de origen animal, la alpaca también repele el agua, así que aún mojada protegerá tu cuerpo de las inclemencias del tiempo, manteniendo su temperatura.
  • Delicada y ligera: El pelo de la alpaca está clasificado entre los más finos del mundo, el grosor va desde los 18 a 22 micrones. El cashmere tiene 19 micrones.

 

Como lavar tu Alpacay                              

Las prendas de alpaca, son de fibra natural y muy delicadas, por lo que recomendamos lavar el producto en seco.

No obstante si quieres también puedes lavarlo a mano siguiendo las siguientes recomendaciones:

  • Agua fría: Para empezar, hay que sumergir la manta en un recipiente con agua fría
  • Champú especial: Echar detergente/gel especial para lanas delicadas y frotar a mano y con cuidado la prenda.
  • Remojo: Dejar en remojo en el agua durante dos o tres minutos, y después enjuagar con agua fría.
  • Escurrido: Para que la prenda escurra el exceso de agua debemos colocar la manta encima de una toalla sobre una superficie plana y hacer un rollo con la toalla y la prenda. De tal forma que al escurrirla evitemos maltratar la manta de alpaca. Evitar la exposición al sol para su secado.
  • Muy importante evitar escurrir o secar la prenda estrujándola.